Era un buen día para salir a caminar por los jardines de Hogwarts, en uno de los lugares donde pasé más tiempo en mi adolescencia además del Bosque Prohibido, claro. Era la hora del almuerzo, así que casi todos los alumnos se encontraban en el Gran Comedor, salvo algunos que no querían comer.
Me senté bajo la sombre de un gran árbol aunque en esta época del año el piso estaba blanco por la nieve, mojándome los pantalones pero sin realmente importarme.
Me acomodé los guantes mientras veía a los estudiantes pasar, pero me llamó la atención que una de las profesoras salió del castillo y caminó por los jardines. Sonreí de medio lado al reconocerle mientras seguía allí sentado, callado y observando.

- Era la hora del almuerzo y aunque no habia comido nada, preferi salir a la tranquilidad del jardin a respirar un poco de aire diferente que se respira dentro del castillo, estar entre tantos animales de mis clases me hacia desear cada ves mas estar al aire libre, aunque en ocaciones llevaria mis estudiantes al bosque prohibido donde pase muchos momentos memorables cuando apenas era una estudiante, pasaba por el camino estrecho de nieve que llevaba al centro del jardin, en el cual habian unas bancas para poder sentarse, obviamente la limpie antes de poner mis posaderas sobre este, saque un pañuelo y procedi a limpiar la banca, luego sacudi levemente el pañuelo y lo volvi a guardar en la bolsa de mi abrigo, luego apoye mis manos sobre la banca, dejando la vista al cielo y sintiendo los leves copos de nieve que caian con delicadeza, segui el recorrido de los copos cuando por fin tube la vista al horizonte note a un tipo bajo un arbol, sentado de lo mas tranquilo y note como me miraba, en principio me incomodo pues nole conoci, y disimule la vista mirando para otra direccion -

Parece que la profesora Vandervoort no me había reconocido, su mirada cuando hizo contacto con la mia se desvió, parecía algo incómoda. Me quedé mirándole por un momento más hasta que decidí dirigirme a donde se encontraba para saludarle. Me levanté del suelo y me sacudí la nieve, todos los copos que me estaban cayendo encima.
Caminé lentamente hasta donde estaba la profesora y cuando llegué metí mis manos a mis bolsillos y mantuve mi sonrisa de medio lado, algo seductora y atractiva.

- Profesora - le saludé con voz suave esperando a que me pudiera reconocer.

Me quedé mirándole, era bastante atractiva y mi mirada era algo insinuante, pero seguía siendo caballeroso, no podía tratarle de otra forma.

- ¿Bello día, no? Aunque un poco frío, pero me alegra que hoy no haya enfermos - bromeé mientras miraba el lado de la silla. - ¿Puedo sentarme? - pregunté y mi mirada se volvió a fijar en ella.

- De reojo notaba los movimientos del hombre bajo el arbol, vi como se levanto, sacudio su nieve del pantalon y dio algunos pasos .... asi... mi?, al ver que se aproximaba lo vi un instante, tratando de averiguar si es que ya le conocia de algun lado, pero por su mirada en mi, preferi no verle mucho el rostro por lo que no le reconoci aunque se aproximaba cada vez mas, luego note su silueta detenerse cerca de mi, y al decir - Profesora -su vos me sono familiar, gire la vista hacia su rostro y al verle de cerca le recorde y sonrei complice como lo haciamos antes - Ethan? - dije aun dudando que le veia sin dejar la sonrisa - Muy bello diria yo! - conteste a lo que decia del dia, pero refiriendoma mas a su presencia que me habia vuelto a recordar mis años de estudiante en aquel lugar - por supuesto sientate! - afirme con alegria haciendome mas a una esquina para darle mas espacio en la banca que no era grnde del todo - y que haces tu aca? - pregunte extrañadisima, pues desde que termimamos las clases jamas volvi a saber de el -

Sonreí cuando me reconoció, hace muchos años que no hablábamos, desde que nos graduamos. Yo había escuchado de ella en estos días, yo era el nuevo doctor y tenía que reconocer a todos los profesores para ayudar mejor. Mi sorpresa era que Sam fuera profesora, que suerte la mia.

- Hola Sam, cuánto tiempo, eh? - dije sonriendo mientras me sentaba a su lado. - Pues para tu buena suerte... Soy el nuevo doctor de la enfermería - bromeé con lo de la suerte, así siempre molestábamos cuando eramos estudiantes.

Le di un beso en la mejilla, saludándole con gentileza y le miré mientras me trataba de calentar las manos.

Demasiado tiempo diria yo - sonrei ante su comentario mientras le miraba - no te habia reconocido, bueno mas bien no imagine que fueras tu, y menos en este lugar nuevamente - mantuve la sonrisa sin quitarla la vista de sus ojos y escuche lo ultimo que dijo - para mi buena suerte? jajaja pues que buena suerte he de tener - dije guiñendole levemente un ojo - ya que trabajare con animales peligrosos, seguro me tendras seguido por tu consultorio - bromee un poco, y luego correspondi a su beso, dandole otro similar mas un gran abrazo, eso no lo pude evitar, pues me sentia muy comoda comoda con una cara conocida por estos lugares, contar con alguien con el cual se vivio muchas travesuras era algo que genial, luego del abrazo me separe un poco de el y comenzo el interrogatorio qeu no podia faltar - y donde has estado todo este tiempo? - pregunte con gran curiosidad -

- Lo sé, con lo guapo que estoy nadie me reconoce - bromeé y rompí a reir.

Levanté una ceja, sería genial que en mi consultorio estuvieramos solo los dos, pero ese pensamiento me lo guardé para mí, desde que eramos jóvenes me ha parecido muy atractiva, aunque nunca se lo dije en realidad.
Me abrazó y sin dudarlo le devolví el abrazo, estaba feliz por haber encontrado a alguien conocido en todo este tiempo lejos.

- Pues verás... He estado viajando, explorando, aprendiendo más cosas y haciendo también travesuras - admití con una sonrisa traviesa además de una pequeña carcajada - ¿Y tú?

jajajajaja, si seguro, guapo - dije redondeando mis ojos de forma graciosa - si has pasado de pato feo a cisne - dije en broma mientras reia junto a el, ùse atencion a lo que decia sobre sus aventuras luego del colegio, y sonrei ampliamente cuando lo escuche decir travesuras- asi que no has olvidado las viejas mañas - dije en broma - y que tipo de travesuras has hecho? - pregunte curiosa recordando las que haciamos junto a los demas del grupo de Slytherin cuando eramos mas chicos, luego escuche su pregunta rebotada de lo mismo y sonrei - Bien, como ya te habras dado cuenta soy maestra - sonrei como satisfecha - y ahora enseño la clase de CCM, al fin pude tener la serpiente que desee y puedo conseguir los animales de alta clasificacion segun el ministerio - dije esto ultimo casi en susurro cerca de el, pues no era permitido tener animales de alto riesgo a poder de un mago - y pues, e disfrutado de mi solteria todo este tiempo - dije esto ultimo alzando los brazos, como adndo un abrazo al viento y sonriendo con los ojos cerrados -

Reí con muchas ganas por lo que dijo.

- ¿En serio era tan feo? Nah... No lo creo, recuerda que todas las chicas me perseguían... - bromeé, aunque en sexto eso pasó de verdad. Reí al recordarlo y miré a Sam sonriendo.

Negué con la cabeza a lo que dijo, divertido.

- Claro que no las he olvidado. Sólo he jugado con dragones, he molestado a varios policías muggles, y bueno, he viajado por todo el mundo, buscando un lugar para mí...

Le escuché con atención, claro que sabía que era la profesora de CCM, ya me lo habían dicho antes. Escuché su susurro y sonreí de medio lado.

- Eso suena genial, ¿te acuerdas que cuando éramos jóvenes queríamos un perro de tres cabezas? - le pregunté y reí un poco.

Levanté una ceja cuando escuché lo último.

- Yo también, y ya verás como la he disfrutado... - dije con algo de insinuación y recordando los encuentros con mujeres de muchas partes del mundo, aunque en realidad no significaron nada para mí.

y como no recordar eso... - dije con una media sonrisa recordando tambien que aquello no habia hecho gracia en aquel tiempo, pues me molestaba que estubiera con otras, dandose el dote de gran casanova - has jugado con dragones? - dije imaginando aquello, los dragones eran realmente fasciantes y un tanto dificil de encontrar - y dime, tienes a algun dragon en tu poder? - pregunte mas interesada, sabia que la respuesta seria negativa pero igual pregunte, al escuchar lo que dijo seguidamente sonrei divertida arqueando levemente una ceja - y aun no encuentras tu lugar? - pregunte de forma graciosa - Si! y creo que aun lo deseamos - rei por lo que dijo del perro de 3 cabezas, pero mi risa desaparecio poo a poco al escucharle lo ultimo - es decir que no has cambiado en nada... - dije eso ultimo bajando de a poco la vos y finalizando en un leve suspiro -

Sonreí un poco, aunque noté su cambio de expresión cuando habló. Le empujé suavemente para que no cambiara su sonrisa.

- Pues sí, en Rumania, hay bastantes - dije sonriendo, pero luego suspiré en broma y negué con la cabeza. - Ojalá tuviera uno...

Me hice el pensativo y le miré a los ojos.

- Creo que está cerca, no debí irme tan lejos... Japón no me va a extrañar - dije antes de romper a reir.

En realidad no sabía si en este mundo tengo un lugar en donde me sienta bien, después de mi infancia y mi adolescencia casi nada me pone feliz. Pero Sam, una de mis mejores amigas, siempre lograba sacarme una sonrisa. Noté que su expresión cambió muy rápido y escuché sus palabras. Me quedé mirándole como con sorpresa por ese cambio de actitud.

- Sam... - había corrido la mirada, suspiré y le di un beso en la mejilla suavemente - Claro que he cambiado... Solo porque he estado con varias mujeres no significa que sea como cuando era joven...

- senti su leve empujon y como acostumbraba cuando eramos estudiantes, siempre de exagerada yo, y simule como que iba a caerme de la banca - pesimo! - exclame sosteniendo la risa, pero no pude mas y rei un poco - Claro! Rumania, debi imaginar eso, y no te preocupes ya pronto jugaremos con alguno por aca - sonrei - Japon? crei que era otro lugar - dije ahora siendo yo quien le daba un leve empujon en forma de broma, luego de un rato senti su beso sobre mi mejilla y me sonroje levemente, me gire y le di un abrazo, apoyando mi menton sobre su hombro y sonrei - me alegra que estes aqui - dije en susurro cerca de su oido mientras le abrazaba -

Reí cuando me empujó e hice un ademán de que me iba a caer. Noté que luego de mi beso sus mejillas se ruborizaron un poco lo que me hizo sonreir de medio lado y sentí su abrazo. Cuando escuché su susurro un pequeño choque eléctrico recorrió mi cuerpo.

- ¿Porque te podré curar si te lastimas, o porque me extrañabas? - volví a bromear en un suave susurro, mirándole a los ojos.

Mis brazos la rodearon por la cintura como correspondiéndole el abrazo.

- Me alegra haberme encontrado contigo - admití esta vez hablando en serio. - ¿Sabes hace cuanto no me reía de esta manera o me sentía bien? - le pregunté mientras miraba la nieve que estaba sobre ella y se la sacudí suavemente.

Exactamente por eso! - sonrei ante sus palabras del por que me alegraba de que el estuviera aca, aunque la verdad era por otras cositas mas que obviamente no le iba a contar - para que me cures si es necesario, aunque mas que nada me hacia falta molestar a alguien ams que a los profesores de aca - admiti y sonrei, sintiendo sus manos sobre mi cintura, me sentia como Helga Pataqui de Oye Arnold! de Nickelodeon, con cara de boba xD - igual yo, hace mucho no me sentia tan bien - me sepera un poco y le osnrei mirandole el rostro - no te a cambiado en nada la carota, la tienes igualita, comosi fueses un niño bueno - sonrei en broma, pues realmente su cara no eran taaan angelical que digamos, mas bien tenia cara de casanova, por lo cual reia mas -

- Oh, ya veo... ¿Los profesores piensan que eres una alumna más? Parece que tú también no has olvidado las viejas costumbres... - bromeé mientras mis dedos jugaban, acariciando suavemente su cintura.

No pude evitar reir por lo que me dijo.

- Soy un niño bueno, ¿no lo ves? - dije haciendo carita de inocente y reí con ella - Bueno, eso ni yo me lo creo... Tú tienes más cara de ángel que yo, Sam - dije de broma, sus ojos, su rostro eran seductores para cualquiera - Oye, ¿tus alumnos no se distraen teniendo a una profesora tan... sexy? - pregunté con voz pícara.