23 de Noviembre
Son las 3:48pm y nisiquiera el sol es tan potente, Floy esperaba en el jardín húmedo de la casa de los gritos, sentada misteriosamente golpeando con sus botas el pasto, quizás hastiada de esperar, o mejor dicho de que la hicieran esperar. La paciencia no era una de sus virtudes, sus hermanas no tardarian en llegar, se suponia que irian a visitar a la abuela como de costumbre, era solo una vez a la semana al comienzo ahora solo cada mes, pues era más que suficiente, su abuela en un principio era una mujer amargada que solo les molestaba, hasta que se dieron cuenta que podian cambiar las cosas y hacerla delirar, era una maga poderosa pero tonta, con muchos miedos, y esos miedos terminaron acabando con lo poco que tenia en su pequeño cerebro.

Bien, y henos aca un 23 de Noviembre casi callendo el dia, pero las hermanas siempre nos encontrabamos juntas. Este dia habiamos quedo en encontrarnos en las afueras de la casa de los gritos, brillante lugar para quedar, pero asi somos, siempre buscabamos los lugares menos visitados para reunirnos y planear lo que fuera, aunque esta reunion seria un tanto diferente, pues se trataba de ir juntas a visitar a la abuela, la pobre abuela, que un dia esta cuerda y al siguiente nada de lucides pasaba por sus ojos.

Al llegar la casa se miraba fria y oscura como siempre, lo unico que le daba un poco de vida era Floy, la cual estaba afuera, sentada malgastando las suelas de sus sapatos contra el pobre pasto que, quizas si tubiera boca y hablara la maldeciria por lo que hacia.

Floy! maltratas las botas! no hagas mas eso

dije mientras me acercaba mas a ella y la abrazaba como muestra de afecto que solo nos teniamos las 3, sonrei un poco luego del abrazo y me sente a su lado

No hay señales de vida de Dag?

pregunte a Floy mientras miraba al frente de la casa de los gritos esperando ver aparecer a Dagna en algun momento...

Habia quedado con mis hermanas en nuestro lugar favorito "la casa de los gritos" era un dia especial, el dia de visita a nuestra querida y por decirlo de alguna manera la loca de nuestra abuela, aunque no estaba loca porque si, sino porque nosotras la estabamos volviendo mas loca, haciendo que su lucidez fuera a peor.... caminaba dando saltitos por aquel camino que daba directo a la casita medio derruida y al girar por uno de los arboles me fije que habian dos muy parecidas a mi, tan parecidas que era como mirarme al espejo, mis hermanas ya estaban alla esperandome, me acerque sigilosamente por detras de Mad mientras hablaba con Floy que tambien estaba distraida con sus botas, cuando estube en un lugar concreto cerca de Mad salte tras su espalda gritando - Un bicho!! un bicho!! - y comenze a moverle para que se asustara un poco y de esa manera cortaba el hielo y no se enojarian por haber llegado la ultima

Entonces una sombra en aquel solitario lugar se acercaba a ella, se incorporo y la observo mirando al otro lado, quizás esperando a su otra hermana- si tienes razón, pero más maltratado estara este asqueroso lugar- aquella la abrazo y floy acepto su abrazo, solo por el hecho de ser una de sus hermanas, si no ni eso podria aceptar.
-Ella siempre llega tarde, ya sabes como se hace de importante, ya que en realidad las tres pensamos exactamente lo mismo, es la razón mas obvia de soportarnos- comento con una sonrisa en su rostro, para volver a cambiar su cara a la despreocupación total.
Siguio con el sonido de sus botas, sin percatarse de que Dogna su otra hermana se acercaba con sigilo a Mad, cuando escucho aquellas palabras o mejor dicho gritos se levanto.
-bicho es el que te picara si sigues llegando tarde, vamos hemos perdido justamente 30 minutos, pobre de nuestra abuela- dijo con cierto sentimiento que ni ella misma se creia- estar tanto tiempo sin nosotras es lo más terrible que le ha podria pasar